Hasta luego, nena, escucho el silbido de mi tren
Hasta luego, nena, escucho el silbido de mi tren
No me extrañarás
Hasta que mi tren se ponga en marcha y se retire
-Later For You Baby – Guitar Slim
Elliot y yo nos duchamos otra vez y luego salimos a comprar más café. Caminamos hasta el local con las manos unidas y él me compra un espresso, sin consultarme antes. Sabe qué es lo que quiero y cómo lo quiero. Nunca me imaginé que estaría en esta situación. Él parece completamente feliz y no puedo creer todo lo que ha ocurrido en las últimas veinticuatro horas. Al salir de la cafetería, vuelve a tomar mi mano para regresar hacia mi departamento y me pregunto si podremos volver a la cama en cuanto lleguemos. Sonriendo, me pregunta sobre el periódico y le cuento de la última edición. Me hace un cuestionario interminable sobre mi trabajo y no puedo evitar pensar cuán sexy es su sed de conocimiento. Demonios, todo sobre él es sexy, pienso, mientras él alza su mano y me acaricia el cabello.
Finalmente, llegamos al departamento e inmediatamente caemos en los brazos del otro, sin terminar el café. Me siento totalmente consumida por este hombre.
“Eres tan deseable y amorosa… Y no necesariamente en ese orden”, me sonrojo ante sus palabras, pero me calientan y él lo sabe. Me vuelve loca. Si seguimos así, voy a terminar dolorida.
Más tarde, nos levantamos de la cama y regresamos a la mesa. Recaliento nuestro abandonado café en el microondas, lo cual es algo horrible pero él sonríe de todas formas. Lo próximo que sé es que la puerta de entrada se abre y Ana aparece en el departamento. Luce como un conejito asustado y me pregunto qué le habrá sucedido. Por un momento me siento un poco culpable de que Elliot y yo estemos tan felices, pero no puedo dejar de sonreír. Mi sonrisa se desvanece cuando lo veo a entrar a Christian. Él tampoco parece estar contento de verme. No puedo descubrir exactamente cuál es la razón por la cual no confío en Christian Grey, pero estoy segura de que no es bueno para Ana.
Me acerco para abrazar a Ana, genuinamente preocupada por ella. Mi saludo hacia Christian derrocha hostilidad y tengo la sensación de que Christian y Elliot quieren regañarme, pero no les presto atención. Christian es igualmente de reservado en su respuesta y me doy cuenta que a Elliot tampoco le agrada su actitud. Tiene esa mirada que parece decir ‘No quieres meterte conmigo’ y me siento protegida en nuestra nueva relación.
“Christian, su nombre es Kate”, murmura entre dientes. Es notable su postura defensiva y me conmueve que yo sea la razón. Christian haría bien en respetarlo.
“Kate”, asiente cortésmente y luego fulmina con la mirada a Elliot. Se observan entre los dos y veo que la postura de Christian cambia hacia una inquisitiva. Está tratando de descifrar qué es lo que ocurre. Es algo interesante de ver, pero casi se transforma en una pelea cuando Elliot se acerca para saludar a Ana y la envuelve en un abrazo de oso. Christian parece listo para golpearlo.
“Hola, Ana”, se aleja unos centímetros pero no la suelta del todo. A Christian se le eriza el cabello pero Elliot sigue tocándola. No en una manera extraña sino más como algo fraternal. ¿Qué es lo que te molesta tanto, Christian Grey? Ella le regresa el saludo y luego se muerde el labio. Christian jadea a mi lado.
“Elliot, debemos irnos”, su voz es suave pero noto que está furioso. Mmm… Interesante. Parece que a Christian le gusta en serio. Le sonrío a Ana.
“Claro”, Elliot viene hacia mí y me envuelve en sus brazos. Me besa profundamente y siento en la habitación la incomodidad de Ana y Christian pero no lo detengo. Él me hace sentir que soy la persona más importante de la habitación. Sus manos acarician mi rostro mientras las mías se enredan en su cabello. Sus ojos parecen decir ‘Sigue así, nena, y terminaré llevándote de nuevo a la cama’. Me sonríe y luego me suelta, sin dejar de mirarme fijamente.
Ya puedo imaginar cómo será nuestra primera conversación telefónica. Estoy segura de que él me llamará tan pronto como pueda y me siento como una adolescente. Le agradezco a Dios y, extrañamente, a Christian Grey por presentarnos casi por accidente.
“Nos vemos, nena”, no puede borrar la sonrisa de su rostro y estoy radiante. Me guiña un ojo. ‘Nuestro secreto, nena’. Es tan hermoso y, al menos por ahora, es todo mío. Alza su mano para acomodar un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y veo que al otro lado de la habitación, Christian está haciendo lo mismo con Ana. Así que está robándole los trucos a Elliot. Hasta usa la frase de despedida típica de Elliot.
Decidido a no ser superado, Elliot se da vuelta al llegar a la puerta y me lanza un beso. Me río vergonzosamente. Ana luce incómoda y Christian como si estuviese a punto de vomitar.
Genial amiga pero demasiado corto, la historia entre esos dos es larga, hace que uno quede picado por mas para leer gracias sasha un beso y plis pon cada cuanto sacas capitulos nuevos.( sasha seria genial que te contactes con (Divas del blog) alli te puedes promocionar hay muchas fans de 50S que no saben de tu pagina, y tambien cuando traducen todo lo que tienes escrito? gracias y feliz fin de semana.
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Gracias por tu comentario y por ser una fiel seguidora, Fanny. Algunos capítulos son más cortos que otros pero hay que tener un poquito de paciencia, ya vendrán otros largos, te lo aseguro. De nuevo, no sé cada cuanto subirá los capítulos, ella los va subiendo a medida que yo se los traduzco (y yo intento traducirlos lo más rápido posible pero a veces la vida real se interpone, jaja). Gracias por el dato del blog, me contactaré con ellas. Saludos y gracias de nuevo por leer 🙂
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